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Mostrando entradas de octubre, 2024

35 - DIVAGACIÓN 35

  DIVAGACIÓN 35   Estoy atrapado en tu sonrisa, bien distante de la realidad. Quiero abrazarme a tus ojos y perderme en la oscuridad.   Me envuelvo en tu noche, estoy sin poder respirar. Tu paraíso es prohibido; por eso quiero anidar.   En mi torbellino de sueños, tus caderas a mí vendrán. Tarde o temprano tu aliento de mi sueño me despertará.   Mi mundo está patas arriba, se ha puesto del revés. Mi realidad se desmorona; no me queda una pizca de fe.   No sé si será el maldito virus, pero me he vuelto a traicionar recordando tu recuerdo, del que nunca me quiero acordar.

34 - DIVAGACIÓN 34

  DIVAGACIÓN 34   Siento una sensación extraña, un sensible sentimiento de indignación. Creo que, quien haya inventado la vida, no ha sido muy buen creador.   Mi verdad no es absoluta; puede que ni siquiera sea verdad. La duda entra dentro de lo posible y la falacia es una probabilidad.   La sociedad está en decadencia a causa de una decadente cuestión cuestionada por sus estamentos, pero sin atisbo de inmediata solución.   Mi sentencia no es firme ni se puede recurrir. Como buen sentenciado, apelo al negro porvenir.   La sensibilidad me vuelve insensible, insensibilizando mi dolor, doloridas sensaciones insensatas que buscan inútilmente comprensión

33 - DIVAGACIÓN 33

  DIVAGACIÓN 33   El café se me ha vertido. Menos mal que tengo té… Aunque me da igual hacerlo, pues tampoco tengo sed.   Hoy el sol quiere salir. No sé si le dejarán aparecer. Las nubes están muy serias. Amenazan con echarse a llover.   Dicen en los mentideros que se enojaron con un trueno, pues no le tocaba salir a escena y, encima, su dialogo no fue bueno.   Un relámpago intenta poner paz, la tormenta no sabe qué hacer, las centellas se desentienden y el rayo está impaciente por caer.   Al final se impone la cordura. Salomón acaba de juzgar: que brille un rato Lorenzo y otro rato que empiece a lloviznar

32 - DIVAGACIÓN 32

  DIVAGACIÓN 32   Borreguito de mi vida, yo te nombro espectador, de espectáculos lamentables de diputado o senador.   Alarma en el estado y alarmada la nación. No tienen ni puñetera idea, pero viven de tu atención.   De lejos parecen personas, pero solo son una inversión de inversores ocultos que les ofrecen su ración.   El lobo aúlla alegre si hay cordero que comer; él lo hace por hambre y sus excelencias , por poder.   Pero no se me haga caso, soy un triste ciudadano de a pie sin títulos ni estudios estudiosos que solo escribe lo que ve.

31 - DIVAGACIÓN 31

  DIVAGACIÓN 31 « No hay mayor desprecio que no hacer aprecio». Así reza un refrán como aviso a algún necio.   Del vago no se espera nada, salvo que practique vaguedad. ¿Por qué esperar de los necios otra cosa que no sea necedad?   Unos frente a otros debatiendo con ardor, defendiendo sus ideas … Insultándose, opino yo.   «Tu líder es muy malo, el mío es el mejor»… Acólitos destemplados, ninguno sale vencedor.   ¡Qué tinglado se han montado atacante y defensor! Se lo llevan bien calentito. ¿Instructiva la televisión?

30 - DIVAGACIÓN 30

  DIVAGACIÓN 30   El viento ruge con fiereza y el aire sopla con tesón. Se ha quedado un día de perros. Desangelado está mi corazón.   Mi ángel no me guarda, no me quiere contagiar. Tiene la fiebre muy alta y no para de estornudar.   No pueden mandarme otro, pues en el cielo hay escasez. Hay muchos dados de baja y no les ayuda Lucifer.   Satanás les pone trabas y siembra cualquier mal. Ha empezado otra cruzada; quiere a Dios derrocar.   El mal primigenio ha despertado, lanza sus agoreros a agorar. La Madre Tierra nos ha abandonado cansada ya de tanta maldad.

29 - DIVAGACIÓN 29

  DIVAGACIÓN 29   Las cortinas están amarillas. ¿Será de tanto fumar? Los que se paran bajo mi ventana, digo; yo hace tiempo que lo tuve que dejar.   Después de lavarlas, yo las veo igual. A lo mejor es que ese es su color… Voy a salir a tenderlas, que me dé un poquito el sol.   Hoy hay algarabía en la calle: un perro y un gato se acaban de encontrar. El perro lo increpa a ladridos y el gato le empieza a maullar.   Por suerte, la sangre no llega al río; creo que querían conversar. Hace tiempo que no se veían y esa es su forma de saludar.   Las cortinas se han secado después de cuatro horas, y yo he estado aquí vigilándolas para que no se sintiesen solas.

28 - DIVAGACIÓN 28

  DIVAGACIÓN 28   Mi canción no me distrae, la ventana está cerrada, mi guitarra tiene polvo y mi bicicleta, estancada.   Tumbado, miro al techo como si hubiese algo que mirar. Por no haber, no hay ni arañas, ni moscas a revolotear.   El reloj se ha parado; le quité las pilas yo. Sus agujas me distraían de mi aburrida distracción.   El teléfono está en silencio, no lo pienso descolgar. ¡Que llame quien quiera! No pienso contestar.   Mi apatía es feliz conmigo, dice que nunca me va a dejar. Su «te quiero» suena sincero. Estoy pensando en llevarla al altar.

27 - DIVAGACIÓN 27

  DIVAGACIÓN 27   Las esquirlas del deseo se me empiezan a clavar. Añoro ese olor a lilas, esa piel que acariciar.   Mi sudor se vuelve frío, echa de menos tu esencia. El calor se ha evaporado, se marchó con tu ausencia.   Quiero encender una hoguera, mas no hay nada que quemar. Las cenizas ya están frías y no suena tu crepitar.   El pecho se me oprime, el corazón empieza a acelerar sin sitio adónde ir, sin meta a la que llegar.   Me abandono a mi negrura, abrazo a mi oscuridad. Por lo menos tengo el consuelo de mi ardiente soledad.

26 - DIVAGACIÓN 26

  DIVAGACIÓN 26   Empieza el parte de guerra, la situación no pinta bien. Habrá que quedarse en casa; de momento tengo bastante papel.   Tengo champú de sobra y me hice de hidrogel. Las mascarillas no me llegan, se retrasan otra vez.   He congelado algo de pan y la bolsa de basura huele bien. Están fumigando las aceras y no puedo salir a tender.   Hoy está siendo un día duro: casi caigo en la tentación, después de casi un mes, de volver a encender la televisión.   Haré recuentro de guisantes, pero no me atrevo con el arroz. Dicen que al contar desconectas, te olvidas de tu situación.

25 - DIVAGACIÓN 25

  DIVAGACIÓN 25   ¡Qué peligro el veinticinco! Me dan ganas de hacer la rima aun a riesgo de parecer ordinario, pero es que el ambiente contamina.   Hoy haré un menú austero; los comensales no son de mucho yantar. Están invitados una hormiga con alas y un saltamontes que no puede saltar.   Sigo mirando hacia la calle, estoy bastante preocupado… Tres días sin pasar la del escote, ¿qué le habrá pasado?   El destino me oye: oigo a su perro ladrar. Como hoy hace fresquito, ella se ha tenido que abrigar.   Mi gozo en un pozo: ni erotismo, ni algarabía. Estamos peor que en el nodo, solo me falta Radio María.

24 - DIVAGACIÓN 24

  DIVAGACIÓN 24   Hoy el día es muy oscuro. En el ímpetu de la niebla me quisiera perder; todo mi cuerpo tiembla.   Otra vez esa sensación de vuelta a mi vacío. El colofón de despropósitos vuelve a llenarme de hastío.   Volví de nuevo a caer, aunque me había jurado que no, que no escucharía más noticias, que el circo ya no tiene color.   Tribulantes y atribulados aparecen en comunión. Unos reparten las semillas y otros siembran el rumor.   La ética en un rincón se esconde, extinguida ya la moral. Todo el mundo se cree Platón y cacarean en vez de opinar.

23 - DIVAGACIÓN 23

  DIVAGACIÓN 23   Resuenan ecos de esperanza, parecen que nos van a liberar, o eso comentan dos vecinos que, bajo mi ventana, hablan sin parar.   Yo no estoy muy seguro, no sé sobre esto qué pensar. La de enfrente pone una bandera y la del segundo barre el portal.   Nunca vi tanta fregona, ni tampoco mucho cepillo, y ahora está el edificio reluciente y con brillo.   De repente caigo en la cuenta: ¡mi ventana es indiscreta! No sé si parezco Alfred Hitchcock o una abuela haciendo calceta.   Pedro aparece encendiendo un cigarrillo. «Si él no ha fumado nunca…», comentan los vecinos. ¡¿Dónde estás?! Un grito de mujer resuena en el silencio. Como para no empezar a fumar, ¡pobrecillo!

22 - DIVAGACIÓN 22

  DIVAGACIÓN 22   Sobrevalorando cosas que no valen nada, preocupado por mi preocupación, necesito una perspectiva nueva o, ahora que me fijo, un nuevo salón.   Mis hormigas hormiguean con una cucaracha en un rincón. Está interesante el asunto… A ver cómo se resuelve la cuestión.   Se les escabulle la presa… Espero que no vengan a por mí; me he quedado sin insecticida y no me atrevo a salir.   Ya salí a tender la ropa, también a tirar los desperdicios; antes de eso fui a por pan, y una cuarta vez, no sé si será delito.   Solo son las nueve y ya estoy aburrido. Me levanto a por mi guitarra, ¿Dirán que soy un cantamañanas como la hormiga a la cigarra?