DIVAGACIÓN 36
He
ido buscando el silencio,
pero
los gritos me quemaban,
desgarradores
susurros inertes
donde
no se escuchaba nada.
La
presencia había partido,
mi
mente la buscaba
por
senderos tortuosos
donde
la tierra quemaba.
Los sonidos
de la ausencia
se
tornan insoportables.
Su
perfume se ha perdido,
sus
recuerdos son aquelarres.
Su
rastro se difumina
en el
bosque del olvido.
Hace
ya mucho tiempo
que ha
secado lo llovido.
La
represión del miedo
me
vuelve más miedoso.
¡Necesito
volverte a ver!,
dueña de los ojos misteriosos…
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