DIVAGACIÓN 40
La
cuarentena de cuarenta,
casi
cien días son,
y los
afectados en el mundo
creo
que pasan del millón.
A mí
el mundo me cae lejos,
y
tampoco me cae bien,
aunque,
ahora que lo pienso,
no sé
cómo le caigo yo a él.
Supongo
que en la foto
ahora
todos querrán salir,
ladrando
con ladridos
para
responsabilidades eludir.
El
cautiverio, según algunos,
es a
causa de un pérfido plan;
como
siempre del de enfrente,
ellos
no tienen trapos que lavar…
Por
fin daré un paseo
hasta
el parque o más allá.
Habrá
que ir despacito;
no sé
qué me voy a encontrar.
CIERRE
No sé
si ha quedado claro
lo
que he querido narrar.
Solo
es una simple historia
que
necesitaba contar.
Tanto
los días grises
como
todos los demás,
siempre
me he sentido solo
acompañado
por mi soledad.
Quiero
dar las gracias
a
nadie en particular.
No
creo que se merezcan;
a la
hipocresía llaman solidaridad.
Redes
sociales asociadas
difundiendo
la sinrazón
son
el auténtico virus,
son
el foco de infección.
Escarcha
en mis pensamientos,
hielo
en su transcripción,
las
divagaciones de un confinado
solamente
divagaciones son.
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