CONCURSANDO Aconteció una mañana sin saber por qué; puede que estuviese dormido, o que no durmiese bien. Me remojé la cara, me preparé el café y encendí la caja tonta, que ahora es interné. No sé si es zapping , o se dice navegar ; de estas frases modernas nunca me voy a enterar. El caso es que un anuncio llamó mi atención: «¡Concurso de poesía, premio para el ganador!». Con mi mejor estilo y mi mejor disposición, todo mi teclado se llenó de amor. Al prójimo, por supuesto, por supuesto que no; amor a la remuneración para sufragar mi pasión. Disfracé mi hipocresía de cinismo radiante y, diccionario en mano, me puse a contar consonantes. Todo me quedó perfecto, una auténtica baguet, artificial como la vida misma, sopa de sobre vendida como consomé. Busqué bellas palabras que pudiesen motivar, y omití todas aquellas que pudieran mol...
EXTRAÑAS Espigas espigadas diseminadas en el trigal; son espigas de cebada extrañas en su hogar. En los brillantes campos antaño reinaron, pero por las de trigo a ellas reemplazaron. Lloran su desgracia entre las amapolas, que prefieren al trigo y las dejan solas. Siempre que pueden evocan al centeno, que era su amigo, pero se fue lejos. Discriminadas en los campos, venidas a menos, han perdido la partida; no las usa el panadero. Pero en su sabiduría mantienen un secreto: bien germinadas, su néctar es perfecto. Es un regalo de los dioses que conservan en el tiempo; elixir de vida, de los sueños alimento. Imprescindible en verano, acompañante de invierno, el dorado de su esencia permanece en el tiempo. En el mar de espigas, siempre afanada, la hormiga acarrea su grano de cebada. La cigarra perezosa siempre con su guit...