EL JUICIO FINAL
No soy viento ni
lluvia,
ni trueno o
tempestad,
pero quisiera elegir
convertirme en
huracán.
Destruir la avaricia,
la opresión y (la)
maldad,
desterrar la codicia
y esparcir libertad.
Prisionero de un
cielo
sin estrella fugaz,
donde la gloria no existe
y la miseria es real.
Atrapado en un mundo
sin poder decidir
qué camino tomar
y qué sueño cumplir.
Desearía ser juez
en el juicio final,
y sembrar la semilla
de una
nueva humanidad
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