DIVAGACIÓN 30
El
viento ruge con fiereza
y el
aire sopla con tesón.
Se ha
quedado un día de perros.
Desangelado
está mi corazón.
Mi
ángel no me guarda,
no me
quiere contagiar.
Tiene
la fiebre muy alta
y no
para de estornudar.
No
pueden mandarme otro,
pues
en el cielo hay escasez.
Hay
muchos dados de baja
y no
les ayuda Lucifer.
Satanás
les pone trabas
y
siembra cualquier mal.
Ha
empezado otra cruzada;
quiere
a Dios derrocar.
El
mal primigenio ha despertado,
lanza
sus agoreros a agorar.
La Madre
Tierra nos ha abandonado
cansada
ya de tanta maldad.
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