DIVAGACIÓN 9
Me aíslo
más del mundo,
cada
vez estoy peor,
cada
vez más convencido
de su
traicionera traición.
El
gas vuelve a salir a flote,
el
aire vuelve a estar contaminado.
Despierta
el dragón dormido:
el
foso vuelve a ser cavado.
Sus
tribulaciones encuentran eco,
a
resonar vuelve su doctrina.
Los mortífagos[1]
amorales
dispersan
la vieja naftalina.
Los orcos
de Mordor[2]
despiertan
de su letargo;
no sé
si por algún hechizo
o
porque alguien los ha despertado.
Ya
solo me queda el albino brujo[3]
para
mis monstruos derrotar.
Mis
elfos se han marchado
y mis
enanos se hicieron enterrar.
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