DIVAGACIÓN 2
Los
espíritus de los reyes sin reino
azotan
mi mar, falsamente calmada.
Décadas
de impías verdades no dichas
me muestran
a sus reinas atormentadas.
Sus
coronas de espinas sinuosas,
en
sus arrugadas frentes clavadas,
enraizadas
en su necedad supina,
son
su única realidad realizada.
El
desfiladero del abismo sepia,
que
se muestra en su trampa,
atrapa
vocecitas de homínidos
en
relucientes tarugos de dudosa estampa.
El senescal
de la conjura arenga
a sus
huestes y mesnadas,
martilleando
mi cansado cerebro,
pregonando
noticias no recabadas.
Mi
odio se despierta confundido
odiándome
por no haberlo despertado.
Quiere
que busque a su iracunda ira
o que
me aparte de una vez a un lado.
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