DIVAGANDO
SOBRE MUSAS Y OTRAS YERBAS
34
– CENIZAS
Divago sobre el crepitar de un fuego
que él solito se consumió,
divago sobre sus cenizas;
el viento las arrastró.
La llama quemó la pasión.
La pasión ardió deprisa.
Ardió hasta que se apagó.
Se apagó cualquier sonrisa.
Divago sobre el frío de la noche
cuya inspiración no calienta,
la poesía está helada
y las musas somnolientas.
by El Trovador Deslenguado
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